Uno nunca debe llenar sus días ni sus noches con tantas nimiedades y cosas insignificantes como para no tener tiempo de aceptar un verdadero reto cuando éste se presente. Esto es válido tanto para el juego como para el trabajo. Un día meramente sobrevivido no es ocasión de festejo. Uno no está aquí para desperdiciar sus preciosas horas, Cuando tiene la capacidad de lograr tanto si hace una pequeña modificación en su rutina. Ya no hay que ocuparse en nimiedades. Ya no hay que volverle la cara al éxito. Hay que
darse tiempo y espacio para crecer. Ahora, ¡Ahora mismo! ¡No mañana!
Es posible que usted, lector, conozca a este tipo de persona. Tal vez hasta sea usted así. Si es así, me da gusto que haya acudido a mí.
Esa persona está siempre ocupada, siempre tiene más proyectos, reuniones y diligencias de los que se pueden manejar, y siempre está en una loca carrera de un lado a otro en un intento - intento, nada más - por adelantarse a los acontecimientos. Lo que este tipo de gente hace constituye un esfuerzo, inconsciente pero muy eficaz, para evitar el éxito. Claro que están ocupadas - en cualquiera de esas faenas y tareas insignificantes que pueden encontrar para hacer, de tal manera que si alguna vez se les presenta un verdadero reto, algo que en verdad pudieras significar mucho para sus vidas y su bienestar, les es muy fácil responder siempre que lo lamentan pero están demasiado ocupadas en este preciso momento y no pueden atender otra cosa.
¿Le suena conocido? Espero que usted, amigo lector, no haya estado esforzándose inconscientemente por fracasar manteniéndose "muy ocupado" en cosas que de nada le servirán, aparte de que lo mantengan en ese largo camino trillado. Si le sirve de consuelo, hay muchos que están en esa situación. Sabe usted que se necesita tanta energía para fracasar como la que se necesita para triunfar, y por eso es que tenemos tanta gente activa y ocupada que no logra entender por qué no está ocurriéndole nada en su vida.
En el caso de que usted piense que podría estar en esa categoría, tal vez está usted haciendo lo que hace porque alguien oprimió su "interruptor de eliminación" hace años. Sí, su "interruptor de eliminación". Hacer años iba a hacer un libro sobre este tema, pero ésta es la primera vez que lo menciono en letras impresas.
Una vez adquirí un convertible muy costoso, y obviamente el vendedor me persuadió de que no debía sacar ese vehículo tan caro a la calle ni estacionarlo en ningún estacionamiento público sin instalarle antes una alarma contra robos que inmediatamente haría sonar una fuerte y penetrante sirena si alguien trataba de abrir por la fuerza mi joya, conectar el encendido y llevarse el convertible. Por su puesto que accedí.
Una mañana, retrasado por una cita, entré como un rayo a la cochera, puse la llave de encendido, la giré... pero no pasó nada. Ni siquiera un quejido. Nada. ¿Estaría totalmente descargado el acumulador? No era creíble. Encendí la radio. Funcionó a todo volumen. puce un cd de Rene Gonzales y . Excelente fidelidad. Encendí los limpiaparabrisas. Dos chorros de agua saltaron desde aperturas ocultas y los limpiadores se movieron de un lado para otro en perfecta sincronía. Frustrado y molesto, entré a toda prisa en la casa y llamé al tipo que instalo la alarma de mi taxi.
- Instalamos una alarma en esa joya, ¿ verdad?
- Entonces probablemente oprimiste por accidente el "interruptor de eliminación".
-¿El "interruptor de eliminación?
- Si, es un aditamento de los sistemas de alarma contra robos más complejos. ¿No te lo
explicaron cuando hicieron la instalación?
Cada vez me enfurecía más. - Con toda seguridad recordaría si alguien hubiera hablado de poner un "interruptor de seguridad" en mi automóvil. ¿Qué es y dónde está?
- Es parte del sistema de alarma. Una vez que te bajas del automóvil y lo cierras con llave, pones otra llave en la cerradura que instalaron en el guardafangos y le das vueltas, ¿verdad?
Ese pone en funcionamiento la alarma, de tal manera que si alguien intenta forzar una puerta o rompe una de las ventanas se dispara la alarma.
- Así es.
- Pues bien, el "interruptor de eliminación" es un grado adicional de protección. En algún lado del interior del automóvil, generalmente abajo del tablero o debajo de la alfombra, se instaló otro pequeño interruptor. Si antes de salir del automóvil lo oprimes y luego cierras con llave y pones a funcionar la alarma, estás verdaderamente protegido contra el robo.
Incluso si alguien logra abrirlo y es lo suficientemente tonto como para intentar ponerlo en marcha mientras la alarma está sonando, no lo logrará porque una vez que oprimiste el "interruptor de eliminación", se corta toda corriente del acumulador al arranque. El automóvil no puede moverse.
Regresé a la cochera, pero no pude localizar mi "interruptor de eliminación", y en menos de una hora, el istalador estaba en mi casa. Por supuesto que lo encontró casi inmediatamente, debajo de la alfombra delantera del lado del conductor. Sí, el interruptor estaba oprimido. Probablemente lo había hecho yo con el pie, por accidente, pero no pude seguir molesto, no conmigo mismo, ya que el incidente me proporcionó una invaluable analogía que se relacionaba con muchos seres humanos que conocía y me ha sido de gran valor cuando trato de convencer a alguien de que está desperdiciando mucho tiempo en un trabajo en el que se "ocupa" mucho pero sin consecuencia para su vida.
Como puede usted ver, realmente mi automóvil actuó de manera bastante normal cuando di vuelta la llave de encendido. Se encendieron las luces, funcionó la radio, los limpiaparabrisas se movieron de un lado a otro. Un automóvil muy pero muy ocupado. Como mucha gente que conozco. Sólo hubo un problema. Esa máquina no pudo moverse ni siquiera un centímetro hacia adelante a pesar de toda su actividad, porque yo había oprimido sin darme cuenta su "interruptor de eliminación".
Todos tenemos nuestros propios "interruptores de eliminación" . Tal vez cuando éramos pequeños, alguien, incluso uno de los padres u otro adulto a quien respetábamos, o el cónyuge cuando ya éramos mayores, nos haya dicho un día, en un arranque de ira, que nunca valdríamos gran cosa. ¡Zas! ¡Eso bastó! Sin darse cuenta y sin pensarlo, oprimieron nuestro interruptor, y nos hemos pasado todos estos años trabajando muy duro con el fin de que su profecía se cumpliera, sin comprender siquiera la motivación e nuestras acciones.
Claro que estamos "ocupados", pero al igual que mi convertible, no vamos a ninguna parte. Y no entendemos por qué. ¡Qué lástima!Hay que agacharse a desconectar ese "interruptor de eliminación ahora que usted, amigo lector, sabe que tiene uno. Ya no hay que "ocuparse" en cosas sin importancia. Hay que dejar de ocultarse detrás de todas esas tareas intranscendentes. Hay una mejor forma de vivir
miércoles, 4 de febrero de 2009
REGLAS DE EXITO 8
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Etiquetas: REGLAS DE EXITO
Tercer mandamiento de exito
Has aprendido que nunca podrás tener éxito sin trabajar duramente, sin la
debida paciencia.
Pero uno puede trabajar con diligencia, ser más paciente que Job y, aun
así, no elevarse jamás sobre la mediocridad a menos que se tracen planes y
se establezcan objetivos.
Nunca una nave ha levado anclas y extendido sus velas sin tener un destino.
Nunca ejército alguno ha emprendido la marcha para combatir sin un plan
para obtener la victoria. Ningún olivo ha exhibido jamás sus flores sin la
promesa del fruto por venir.
Es imposible avanzar apropiadamente en la vida sin objetivos.
La vida es un juego con pocos jugadores y muchos espectadores. Los que
miran son las hordas que vagan por la vida sin sueños, sin objetivos, sin planes
ni siquiera para el día siguiente. No los compadezcas. Eligieron ya cuando no
eligieron nada. El mirar las carreras desde las tribunas no ofrece peligro.
¿Quién puede tropezar, quién puede caer, de quién se pueden burlar si no
hacen ningún esfuerzo por participar?
¿Eres jugador? Como jugador no puedes perder. Los que triunfan pueden
llevarse los frutos de la victoria, pero los que hoy han sido derrotados
han aprendido lecciones valiosísimas que mañana pueden inclinar las cosas a
su favor.
¿Qué deseas de la vida? Considéralo durante un tiempo y mucho antes de que
decidas, porque puedes obtener lo que pretendes. ¿Se trata de riqueza, poder,
un hogar lleno de amor, tranquilidad de espíritu, tierras, respeto, posición?
Sean cuales sean tus objetivos, grábatelos en la mente y nunca los olvides.
Comprende que aun eso puede no ser suficiente, porque la vida es injusta.
No todos los que trabajan duro y con paciencia y se fijan objetivos,
alcanzan el éxito. Sin embargo, sin ninguno de esos tres atributos, el
fracaso es algo seguro.
Date a ti mismo todas las probabilidades de triunfar. Y, si fracasas,
¡fracasas luchando!
Traza tus planes hoy mismo. Pregúntate dónde estarás de aquí a un año, si
todavía vas a estar haciendo lo mismo que estás haciendo ahora. Luego
decide dónde preferirías estar en términos de riqueza, posición o cualquier
otra cosa que sea tu sueño. En seguida, planea lo que tienes que hacer en
los próximos doce meses para alcanzar tu objetivo.
Y, finalmente, ¡hazlo!
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Etiquetas: MANDAMIENTOS