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lunes, 21 de septiembre de 2009

REGLA 12

Nunca deben descuidarse los detalles, ni escatimarse ese esfuerzo adicional, esos cuantos minutos de más, esa palabra suave de alabanza o agradecimiento, esa entrega de lo mejor que uno puede hacer. No importa lo que los demás piensen, pero sí es de primordial importancia lo que uno piensa de sí mismo. Usted nunca podrá hacer lo mejor, que debería ser siempre su rasgo distintivo, si está tomando atajos y evadiendo responsabilidades. Usted es alguien especial. Debe actuar como tal. ¡Nunca deben descuidarse los detalles!Maestro, estudiante obrero de una fábrica, vendedor, administrador, padre de familia, entrenador, atleta, conductor de taxi, elevadorista, médico, abogado - no importa qué retos se acepten en esta vida, qué tareas deban desempeñarse para ganarse el pan de cada día... nunca deben descuidarse los detalles.


En efecto, estamos viviendo en una era que parece ir más rápido que la velocidad de la luz, y en nuestro mundo apresurado es fácil caer en el hábito de tomar atajos, de pasar por alto algunas de nuestras obligaciones, cuando pensamos que nos puede resultar.

Olvidamos las lecciones de la historia y las advertencias de los hombres sabios.

Descuidar los detalles, en cualquier cosa que uno esté haciendo, puede resultar desastroso. Edison perdió una valiosa patente porque inadvertidamente colocó mal un solo punto decimal. Roberto de Vicenzo perdió un Torneo Maestro porque firmó, sin tomarse el tiempo de verificarla, su tarjeta de puntos en la que había un puntaje incorrecto. Y estoy seguro que usted, lector, alguna vez recibió el adagio de Benjamín Franklin: "Por falta de un clavo, la herradura se perdió, y por falta de un jinete la guerra se perdió".


Evidentemente, el sueño de todos es encontrar algo que hacer en este mundo, un trabajo que le guste tanto a uno que estaría dispuesto a hacerlo gratis. Desafortunadamente, esto no le sucede a muchos y por eso la mayoría de nosotros aburriéndose cada vez más de su tarea en la vida, gradualmente deja de hacer su mejor esfuerzo y realiza un trabajo chapucero cada vez que se puede. Por no mencionar lo que esta manera de vivir le hará a la imagen que uno tiene de sí mismo, los detalles pasados por alto o manejados sin cuidado, a menudo pueden provocar problemas mayores que con toda seguridad impedirán que uno avance. Somos una creación de Dios. Nunca hay que dejar que nada de lo que surge de uno, actos, objetos, esfuerzo o amabilidad, sea menos de lo mejor que uno puede dar. Sólo los fracasados y los mediocres descuidan los detalles.


Un ejemplo muy bueno de esta verdad tan sencilla pero poderosa, de esta residente regla de la vida, se yergue en lo alto de la Isla de la Libertad en la bahía de Nueva York. Si alguna vez va usted, amigo lector, a la ciudad de Nueva York y dispone de unas cuantas horas para disfrutarlas, le recomiendo que realice uno de los varios viajes en helicóptero que salen del pie de la calle Treinta y Cuatro Este en East River. Cuando llegue finalmente a la hermosa Estatua de la Libertad que se levanta orgullosa en medio de la bahía, le pido que preste especial atención.

La mole de cobre con estructura de acero de la Dama Libertad destaca más de noventa metros sobre el nivel del mar. Mientras un helicóptero da vueltas cada vez más cerca, le recomiendo que mire la parte superior de la cabeza de la estatua para que observe cada mechón de cabello se elaboró esmeradamente hasta el mínimo detalle y, al igual que todas las demás partes de su bata y de su cuerpo. Ese delicado peinado metálico en la parte superior de la cabeza indudablemente requirió de muchas semanas adicionales en el taller parisino de Auguste Barholdi, semanas que el gran escultor podía haberse ahorrado pues, hasta donde podía saber, nadie vería nunca la parte superior de la cabeza de la estatua.

La estatua fue inaugurada el 28 de octubre de 1886 por el presidente Grover Cleveland. ¡En 1886 no había aeroplanos! ¡Los hermanos Wrigh ni siquiera lograron su primer despegue primitivo del suelo en Kitty Hawk sino diecisiete años más tarde! Bartholdi estaba bien consciente de que sólo unas cuantas gaviotas valientes podrían alguna vez mirar a la estatua desde arriba, y con toda seguridad nadie hubiera sabido nunca si los mechones de pelo no habían sido modelados y pulidos meticulosamente. Sin embargo, el maestro artesano no tomó ningún atajo. ¡Cada mechón de cabello, cada rizo, está en su sitio!

domingo, 13 de septiembre de 2009

¿A POCO NO TE ACUERDAS...?

Somos la última generación que aprendimos a jugar en la calle y en los recreos de la escuela a las canicas, quemados, a las escondidas, al resorte, al avioncito... PERO ADEMÁS somos la primera generación que jugó con videojuegos, fuimos a parques de atracciones o vimos caricaturas a color.

Fuimos los últimos en grabar canciones de la radio en casetes y ver películas versión Beta y VHS pero orgullosos pioneros del walkman, el chat y los CD´s.

Se nos ha etiquetado de generación X y tuvimos que tragarnos, Salvado por la Campana (con todo y Screech) y Beverly Hills 90210,(te gustaron en su momento, velas ahora...). Lloramos con Carrusel y Cirilo, y nos moríamos si no llegábamos a ver TVO o Nubeluz.

Nosotros hemos aprendido lo qué es el terrorismo, vimos caer el muro de Berlín y nos enteramos de golpe un 11 de septiembre de la caída de las dos torres.

Aprendimos a utilizar las computadoras antes que nuestros padres y abuelos, jugamos con el Spectrum, el Tetris, el Mario Bross, vimos los anuncios de los primeros celulares (que parecían ladrillos) y creímos que Internet sería un mundo libre.

Somos la Generación de Xuxa, Robotech, Gi Joe, Los Halcones Galácticos, los ThunderCats, los Transformers, He-Man y las Tortugas Ninja, Del Correcaminos, 'Oliver y Benjí', Rainbow Brighty Rosita Fresita, de los Pitufos, La Pantera Rosa, Los Picapiedras, el Pájaro Loco, Mazinger Z.

Los que crecieron escuchando a Soda, Madonna, Michael Jackson y Guns ´N Roses, Nacha Pop , Hombres G y que luego presenciaron el apogeo y desplome del grunge junto con la muerte por sobredosis de su mayor exponente. También estaban la Onda Vaselina, Timbiriche, Microchips, Parchis, o Menudo.

Había programas en la televisión que se te encantaban, como Cándido Pérez, La Carabina de Ambrosio, Los Polivoces, Anabel, Chespirito, Chabelo, No empujen, y no te tenias que chutar los programas de hoy de disque "comedia" que lo único que se salva es los programas de produce Derbez.

Fuimos la última generación de las botellas de a litro, de la coca-cola familiar de vidrio y la ultima en hacer mandados en la bolsa de cuadritos para ganarnos una lana.

La última en tirar las tortillas en plena calle y ponerlas con todo el remordimiento del mundo en la mesa a la hora de la comida, hoy ningún niño en su sano juicio lo haría, pensaría que tiene mil bacterias.

No había celulares!!! Íbamos a clase cargados de libros y cuadernos, todo metido en una mochila o bolsón que rara vez tenía refuerzo para los hombros y, mucho menos, ruedas!! Cuantos no recogimos del suelo nuestros útiles al romperse la mochila.

Comíamos dulces y tomábamos juguitos o "bolis", pero no éramos obesos. Si acaso alguno era gordo y punto. Compartimos botellas de bebidas o en bolsa y nadie se contagio de nada, excepto de los piojos, cosa que se solucionaba lavándose la cabeza con vinagre caliente, rezábamos para contagiarnos de gripa o sarampión de nuestro mejor amigo para disfrutar de las "vacaciones".

No tuvimos PlayStation, no había 79 canales de televisión, pantallas planas, sonido surround, mp3s, ipods, computadores e Internet, pero nos lo pasábamos de lo lindo tirándonos globos con agua, o jugando con los playmobil. Y nunca escuchamos sobre el calentamiento global.

Ligábamos jugando a la botella o a "verdad o castigo", no en un chat POR FAVOR!!!! No era necesario tener fotoblog ni facebook para saber si existíamos, bastaba con chiflar la tonada de la pandilla o gritar como Tarzán para que toda la cuadra saliera de sus casas, ni nos catalogábamos como otakus, emos, etc.

Éramos el apio, la ojona, la chimuela, la pecosa, o cosas así, pero todos pertenecíamos al mismo grupo.

Éramos responsables de nuestras acciones y acarreábamos con las consecuencias, no había nadie para resolver eso. Tuvimos libertad, fracaso, éxito y responsabilidad, y aprendimos a crecer con todo ello.

¡Felicidades!

Pasa esto a otros que tuvieron la suerte de crecer como niños, recordemos lo bueno de la vida. Lo fácil que es ser felices, la grandeza de lo sencillo.

No necesitamos todas esas etiquetas, todas esas superficialidades, cosas, celulares, ropa... recordemos cómo ser niños, pero sobre todo, cómo ser libres!!!

viernes, 11 de septiembre de 2009

Recientemente un artículo decía: Que el costo de crianza de un niño desde su nacimiento, hasta la edad de 18 años, era de $160,140.00 dólares, para una familia de clase media.

Para aquellos que tenemos hijos, estos números nos llevan a fantasear sobre todo el dinero que podríamos tener amontonado, si no fuera por ellos.

Para otros, este número solo podría confirmar su decisión de seguir sin hijos.

Pero $160,140.00, no es una cifra tan grande, si la desglosamos, ya que se convierte en: $ 8,896.66 por año, $741.38 por mes, $171.08 por semana.

Tan solo $24.44 por día. Un poco más de $1.00 dólar por hora.

Aun así, se podría inferir que el mejor consejo financiero podría ser: “No tenga niños, si quiere ser rico”.

Y nos extraña, que haya quien está dispuesto a invertir, no sólo $164,140.00, sino $320,280.00 dólares o más…

La pregunta es… ¿Qué obtienes a cambio de tu inversión de $160,140.00 dólares?

El derecho para designar nombres: 1er. nombre, 2do. nombre y apellidos.

Risitas bajo las sábanas, todas las noches. Más amor, del que tu corazón puede soportar. Inagotables besos de mariposa, y abrazos de oso.

El asombro interminable, ante las maravillas de la naturaleza, como las piedras, los peces, las nubes y… las galletas calientes. Señales de la existencia de Dios, todos, y cada uno de los días.

Una mano para sostener, normalmente cubierta con mermelada. Un compañero para hacer burbujas, construir castillos en la arena, mojarte, y divertirte como un enano.

Alguien para reírse tontamente de uno mismo, sin importar lo que diga el jefe, o cómo se hayan portado las acciones durante la jornada.

Ver prenderse la luz, cuando ellos empiezan a entender como el sumar y el restar y que Santa, no es el verdadero significado de la Navidad.

Por $160,140.00 tú nunca tienes que crecer: Tienes la excusa perfecta, para seguir leyendo los cuentos de Peter Pan. Ver dibujos animados en la mañana del sábado. O ir a ver películas de Disney, y pedirle deseos a las estrellas.

Puedes pegar arco iris, corazones y flores, debajo de los imanes del refrigerador, y coleccionar flores de tallarines, pintados para la Navidad. Tarjetas con dibujos en la parte de atrás para el Día del Padre o de la Madre.

Por $160,140.00 no hay mejor inversión para tu dinero: Puedes ser un héroe, sólo por recuperar un juguete del techo. Por quitar las ruedas de entrenamiento, de la bicicleta. Por sacar una astilla, llenar la piscina inflable, llevarlo a caballito muy lejos, y por adiestrar un equipo de fútbol, que nunca gana, pero siempre logra como premio un helado.

Consigues un asiento VIP en su historia, para ser testigo: de la primera palabra, del primer paso, del primer diente que cae, de la primera oración. De la primera vez en la feria, de la primera cita.

Consigues ser inmortal. Logras agregar otra rama a tu árbol genealógico, y si tienes suerte, una nueva lista de activos en tu inversión, llamada “nietos”.

Obtienes una educación, algunas veces con honores en: Nutrición, Psicología, Comunicaciones, Justicia, que ninguna universidad del mundo, puede igualar. Y Sexualidad Humana.

Ante los ojos de un niño, estás en el mismo escalafón que Dios, tienes todo el poder para: sanar un llanto, espantar a los monstruos que están debajo de la cama… remendar un corazón roto, organizar y vigilar una fiesta.

Y amarlos sin límites, de forma tal que un día, ellos también amen como tú: sin tomar en cuenta el costo.

Buena inversión!! ¿No crees?

jueves, 3 de septiembre de 2009

LA RAZÓN DE TU VIDA

En algún momento nos hacemos la pregunta de más de un millón de dólares ¿por qué estoy aquí?, ¿hay algún propósito para mi existencia?. Cuentan que una vez un hombre, quien siempre se distinguió por ser reflexivo, caminaba por un parque, como era aún muy temprano por la mañana, el jardinero se sorprendió al verlo y le preguntó ¿quién es usted? a lo que el hombre respondió “si usted puede contestar esa pregunta, le estaré eternamente agradecido”. Ninguno de nosotros es un accidente biológico, la relación que cada quien mantiene con los demás puede acercarnos a una respuesta. Si eres de los que se han cuestionado acerca del por qué de su aparición y permanencia en este planeta, en esta casa, piensa en cuántas veces tu presencia ha sido necesaria; seguramente serán muchas.
Es innegable que estamos aquí porque debemos cumplir un propósito, se dice que encontrarlo es hallar la felicidad. El escritor brasileño Paulo Cohelo comenta en el libro El manual del Guerrero de la Luz, que no siempre estamos seguros acerca de cuál es nuestro propósito y agrega que el guerrero de la luz “muchas veces pasan noches en vela creyendo que sus vidas no tienen sentido. Por eso son guerreros de la luz. Porque se equivocan. Porque se preguntan. Porque buscan una razón y con seguridad la encontrarán”.

Volando en V


La próxima vez que veas las aves volando en "v", recuerda lo siguiente: Es bien interesante lo que la ciencia ha descubierto acerca de porque algunas aves vuelan de esa forma. Se ha comprobado que cuando cada pájaro mueve sus alas, produce un movimiento en el aire que ayuda al pájaro que va detrás de él. Volando en "v", la bandada completa aumenta por lo menos en el 71% su pode, mas allá de lo que lograría cada pájaro si volara solo. esta comprobado que las personas que se unen y comparten una dirección común, con sentido de comunidad, llegan mas rápido y fácil adonde desean, porque se apoyan y fortalecen mutuamente.

Cada vez que un ave sale de la formación, siente de inmediato la resistencia del aire, se da cuenta de la dificultad de hacerlo solo y rápidamente regresa a la formación para beneficiarse del poder de los compañeros que van adelante y ayudan a los que van detrás: si nosotros actuáramos con la inteligencia de las aves, haríamos todo lo posible por superar todas las diferencias, compartiendo una misma dirección y sirviendo con lo mejor de nosotros mismos.

Cuando el líder de las aves se cansa, se pasa a uno de los puestos de atrás y otro ganso toma su lugar: siempre obtenemos mejores resultados si tomamos turnos haciendo los trabajos mas difíciles, en lugar de permitir que unos pocos, o uno solo, lleve el peso.

Los biólogos han observado que en el caso de los gansos, los que van detrás producen un sonido propio de ellos para alentar a los que van adelante a mantener la velocidad: una palabra de aliento produce grandes beneficios. El estimulo motiva y reconforta.

Finalmente cuando un ganso se enferma o cae herido por un disparo, otros dos gansos se salen de la formación y lo siguen, para ayudarlo y protegerlo. Se quedan acompañándolo hasta cuando este nuevamente en condiciones de volar, o hasta que muera, y solo entonces, los dos acompañantes vuelven a su bandada o se unen a otro grupo.

 
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